lunes, 4 de julio de 2005

Arroz con mango con salsa de petroleo

Este domingo es especial, y no es para menos, es víspera de una fiesta por partida doble, y es doble ya que se celebran –nada más y nada menos- las festividades patrias de los Estados Unidos de América y de la República Bolivariana de Venezuela, el 4 y el 5 de julio, respectivamente. Para esta ocasión tan especial, el líder de la “revolución bonita” ha querido demostrar sus dotes de chef y ha preparado un plato especial: arroz con mango con salsa de petróleo, sazonado –según el gusto del comensal- a la argentina, a la ecuatoriana, o a la yanqui. ¿Y cómo se come eso? Fácil, ya se lo decimos.

En primer lugar póngase cómodo, instálese, ya sea echado, sentado o recostado, toda posición es buena. Eso sí, esté dispuesto a esperar… y largo, pues lo bueno se hace esperar. ¿Cuánto tiempo? Depende del estado de ánimo del chef, de la luna, de las estrellas o de los invitados a comer. Pero tranquilos, por la doble fecha patria, todo parece indicar que la degustación empezará temprano o durará toda la tarde; una tremenda comilona dominical pues.

Aquí vienen unos aperitivos, cortesía de la casa: ''Este domingo comenzamos a declarar a Venezuela, desde las parroquias y desde los municipios, desde abajo, territorio libre de analfabetismo''. Oiga, pero ese es un plato viejo, hasta huele mal. Mire no se queje y coma, agradezca que tiene algo que llevarse a la boca. No entiendo, ¿libre de analfabetismo?, ¿eso es por los cursos que se trajeron de Cuba, para aprender a leer y escribir?, ¿esos mismos en los que la primera clase estaba llena, y al final sólo aprendían dos o tres, pero todos cobraban la “beca” que les ofrecían por asistir?. Esa misma… ya vio que sí está de acuerdo, que es una verdad absoluta!!!

¿Qué hay de plato principal? La especialidad de la casa: ''Hay planes para invadir a Venezuela, existen, incluso han calculado cuántos bombardeos diarios se necesitan, hay un ejercicio que lo practican, hacen juegos de guerra. ¿El objetivo? Venezuela… Tienen calculado qué tipo de munición, cuántos aviones, todo''. Lo llamamos sancocho antiyanqui, pero este es a la “Balboa”. ''No se le ocurra a alguien venir a tratar de quebrar esta patria (...) no se vayan a equivocar porque se arrepentirían por 500 años''. ''Hay que organizar las reservas en todos los barrios, en todas las esquinas''.

Ya va, hay algunas cosas que no entiendo. Primero, el “Comandante en Jefe”, chef a cargo, que arenga a sus tropas con una facilidad envidiable, ¿no es el mismo que hace poco mando a paralizar un desfile tradicional, y que, porque según la inteligencia militar habían planes de asesinarlo (una vez más)? Digo, en esta invasión anunciada ¿él estará al frente, o se esconderá bajo tierra para dirigir la “guerra asimétrica”? Segundo, nadie duda de la valentía de los venezolanos ante una injusta invasión (aunque por ahí escuché a unas cuantas mujeres decir –no se si en joda o en serio-: que vengan los marines, que nos invadan por favor!!!), pero ¿no es como descabellado organizar reservas por todos lados?¿será que las cacerolas caraqueñas, esas que sonaron miles de veces contra Chávez, ahora repelen los misiles teledirigidos de novena generación gringa?

Tercero, ¿esa inteligencia militar que sabe de los intentos de magnicidio, es la misma cuyos algunos integrantes masacraron el lunes 27 de junio a tres estudiantes universitarios?¿son los mismos que no dicen nada ante la corrupción existente en el gobierno, los que se hacen de la vista gorda ante los guerrilleros colombianos que andan tan campantes por cualquier parte del país? Oiga, usted si pregunta mucho. Y lo que falta, así que déjeme seguir.

Algo más: si estamos frente a un clima de guerra, pre invasión, de formación de reservas urbanas, ¿cómo es que los genios del gobierno anuncian la creación de la “Misión Turismo” -o algo así- a través de la cual, supuestamente, en tres años se reemplazará la dependencia de Venezuela del petróleo? o sea, miles y miles de millones de los verdes. ¿No será que lo se quiere fomentar es el turismo de aventura? ¿Usted se imagina turismo en Caracas, como en Irak? O sea, vas caminando por el centro, admirando los tanques invasores gringos y en eso ves corriendo un reservista, con su franela con la cara de Chávez gritando “viva la revolución” y zuassssss… explota en tus narices!!! Eso si que atrae turistas. Aunque para ello no se necesita la invasión, bastan con las “fuerzas del orden”, esas que se visten sin ninguna identificación, encapuchados como delincuentes y con armas de guerra, así como los que mataron a los estudiantes aquellos.

Ya está bueno, deje de sabotear el banquete, usted como que es contrarrevolucionario. Está bien, me callo “por ahora”, pero dígame ¿cómo son esas sazones internacionales? Bueno, le damos un toque ecuatoriano, con un espaldarazo al “buen hombre” de Palacio, el ex vicepresidente y ahora presidente del Ecuador, y mezclando con una mención a Gutiérrez: “me decepcionó” (habría que preguntarse porqué, cómo, cuándo, qué quiso decir). También hacemos un toque a la argentina reavivando un tema sensible: “las Malvinas son argentinas”… como Venezuela está tan cerca de esa zona y el chef quiere que el mundo gire en torno a sus brillantes declaraciones, hay que hablar de todo.

No queremos ser escatológicos, pero esta combinación de potajes lo único que le puede ocasionar son nauseas, vómitos, diarreas o, en el mejor de los casos, un dolor de cabeza que no tiene nada que envidiarle a una descomunal resaca. Recomendación culinaria: ponga la TV por cable, preferiblemente Cartoon Network, y disfrute con los niños unas inocentes palomitas de maíz. Eso, eso, eso, eso es todo amigos