Alpargatazo por el buche
Mientras Chávez anda en Bielorrusia ofreciendo –para variar- los más inesperados apoyos y retratándose junto al presidente Alexander Lukachenko, considerado el “último dictador de Europa”, en Venezuela mucha gente culminó su fin de semana largo con un fresquito raro en la garganta… un raro “no se qué” que tiene toda la pinta de caer dentro de un “efecto bola de nieve”… y no es para menos.
Un programa nocturno, del canal de noticias venezolano más detestado por el gobierno, presentó a Benjamín Rausseo, un artista cómico, próximo a graduarse como abogado, mejor conocido como “Er Conde del Guácharo”. Quien en Venezuela no sepa quién es, quien no se haya -sin exagerar- meado de la risa con sus chistes, no conoce la idiosincrasia del país (incluyendo a los mojigatos que se horrorizan de su humor). Es que “Er Conde” es eso: la gente, su manera de ser, sus alpargatas y mucho más. Pero ojo, no lo presentaron como comediante sino como candidato a la presidencia de la República. ¿Otra joda más de él? No, aparentemente no. Habló, expuso algunas ideas pero, sobretodo, le dejó a los espectadores el “puede ser” grabado en la mente.
Fue inevitable verlo y oírlo sin tener previamente una sonrisa en la cara, como esperando a que soltara alguna de sus ocurrencias (cosa que hizo de vez en cuando), sólo que en esta oportunidad lo que dijo lo hizo con ingenio, con una rara seriedad en él y con alto contenido de la realidad. Las respuestas al panel de estudiantes universitarios fueron simples (sin llegar al simplismo), cortas y con un grado de raciocinio que hasta el más bestia pueda entender. Fue tan bueno, que resulta hasta peligrosísimo para el gobierno y para la oposición. Veamos por qué:
Para el gobierno porque implica una sopa de su propio chocolate. Chávez está acostumbrado a que en siete años hace lo que quiere, la oposición patalea, grita, se queja, marcha, y todo eso a él le importa un carajo. Tanto, que se ríe en la cara de todo aquel que le reclame. Es más, dado que los que le reclaman lo hacen histéricamente (sin conseguir nada, por supuesto), la respuesta del dictador viene cargada de sorna y descaro. Ahora resulta que le salió alguien que en estos siete años de (des)gobierno ha venido haciendo reír a la gente de las mismas situaciones que la mantiene asfixiada.
Es fácil prever que cualquier ataque o descalificación de Chávez contra Rausseo seguramente será respondida con el ingenio del humorista, pero con el halo de candidato que lo hará subir en cualquier encuesta, ante cualquier público. La identificación del venezolano -harto de un gobierno que se burla de él, que se cree omnipotente- con este “outsider” en la política, será inevitable.
Hasta divino sería que el cachorro de Fidel Castro tenga su final de la misma manera; es decir, que alguien le gane por haber recibido todo el voto con carga emotiva, con todo el “te voy a joder” que Chávez recibió en las elecciones de 1998, cuando los votos en contra de los partidos tradicionales (AD y COPEI) lo llevaron a la presidencia. Igualito que Fujimori en 1990, cuando los peruanos decidieron votar por alguien distinto, “Er Conde” es la oportunidad perfecta para tumbar a Chávez en las urnas… claro, siempre y cuando las elecciones sean limpias, cosa que todo el mundo duda.
A la oposición venezolana la cosa también se le pone “pelua”. Supuestamente, dentro de menos de tres semanas se realizarán las “primarias” para elegir un candidato “único” de oposición, lo que ya suena ridículo si tomamos en consideración que existen personas que no se piensan medir y que se lanzarán por fuera (incluyendo al propio Rausseo), y que competirán con el supuesto abanderado “contrarrevolucionario”. Desde hoy hasta el 13 de agosto, “Er Conde” puede aglutinar tal cantidad de apoyo, tal cantidad de gente que crea en él (sea cuales fueren los motivos) que el ganador de las “primarias” saldrá deslegitimado sin haber llegado a la elección presidencial.
La oposición venezolana se dice seria pero ha venido poniendo la cómica desde hace tiempo. Ahora existe una persona que es abiertamente cómica, pero que quiere trabajar en serio y, para rematar, es un empresario exitoso, profesional, de origen humilde… todo un imán para captar votos.
¿Vale la pena creer en Rausseo? ¿Es otra muestra surrealista de la Venezuela de hoy? Creemos que no. Hasta creemos que es el candidato perfecto para la tragedia perfecta venezolana. Una manera de hacer catarsis hasta riéndose; mil veces preferible a la dolorosa ironía de ver como el régimen destruye este país sin que nadie mueva un dedo.
Eso sí, a cuidar al candidato. Dios lo proteja de accidentes extraños, de enfermedades repentinas o gatillos alegres, que inesperadamente puedan aparecer cuando las encuestas acerquen a “Er Conde” a su “reino”. Chávez jura y perjura que sacará en diciembre “10 millones de votos por el buche”. Quien quita que, en el momento menos pensado, lo que consiga es un tremendo alpargatazo por el buche. Amén.
Venezuela
Política
Etiquetas: Chávez, Conde del Guácharo, elecciones, Rausseo, Venezuela
3 Comments:
Alpargata mata bota, fue la frase que más me gusto... quien quita y terminamos todos votando piedra!, es mejor que votar por los pichones de populistas y por los viejos comunistas a los que nos tienen acostumbrados!
Un saludo!
Excelente artículo.
Me parece muy buena la idea. Si se lanza, mi casa vota por el, te lo aseguro.
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