miércoles, 20 de julio de 2005

Misión Imposible

Imagínense a Saddam Hussein, hace unos 10 años, pregonando que en Irak hay una democracia ejemplar, en la que cualquier persona puede disentir del gobierno y hasta elegir a las autoridades que mejor le parezca. Imagínese también que lo que todo el mundo ve, es lo contrario; es más, muchos se lo reclaman, a lo que Hussein responde que quien lo tilde de dictador: “o es loco de atar, un ignorante absoluto, un mal intencionado o un embustero”.

Ahora, en este mismo ejercicio mental, coloque en el lugar del ahora depuesto y preso Hussein al dinosaurio político llamado Fidel Castro. Las calificaciones hacia al personaje y su dictadura se las dejo a su libre albedrío, a las cuales él responderá: usted “o es loco de atar, un ignorante absoluto, un mal intencionado o un embustero”.

Podríamos seguir colocando a otros individuos en el mismo lugar y todos tendrán un patrón, unas características comunes y hasta una patología clínica similar: delirios de grandeza, proyecto político personal (y económico también), pero sobretodo, desubicados en el tiempo y en el espacio, dando como válidos sus esquemas mentales en la sociedad que desgraciadamente castigan con sus seudo gobiernos.

Todo esto viene a colación en vista de la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que asumió, a nombre de Venezuela, el presidente Hugo Chávez, presidente constitucional, elegido democráticamente –como no-, pero con antecedentes golpistas, desviados del orden democrático y del actuar civilizado.

En su visita a Lima, pareciera que Chávez emprendió una de sus llamadas “misiones” (nombre que da a sus elucubraciones), las cuales contienen los mismos elementos “ideológicos”, los mismos desvaríos y los mismos sinsentidos temporales. Sin embargo, la “misión” en el Perú alcanzó ribetes patéticos y risibles; mas aún cuando asume por segunda vez la presidencia de la CAN, con mayores promesas que la primera, pero con una clara definición autocrática, dictatorial y megalómana, basada en la riqueza por los precios del petróleo que él disfruta y no el país que dirige.

Por cierto, antes de partir de Caracas hacia Lima, el ex militar golpista estalló en furia y repartió insultos a un prelado de la Iglesia Católica venezolana por el solo hecho de haber dado su opinión en una entrevista a un medio impreso: el cardenal Rosalio Castillo Lara expresó que el país está viviendo una dictadura y -palabras más, palabras menos- que una de las salidas es el artículo 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por decir eso, para Chávez el cardenal es un “bandido", "alcahueta", "golpista", "inmoral", "fariseo" e "hipócrita". Todo un repertorio digno de su persona (de Chávez), pero obviamente no del cargo que le queda muy grande.

Pero ¿qué es lo que dice ese artículo 350?, que por cierto, el líder de la “revolución” alguna vez se vanaglorió de ser su promotor: “Artículo 350. El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.”

¿Es ser golpista invocar la Constitución? ¿Es ser golpista utilizar la libertad de expresión? ¿Es ser golpista transmitir la realidad que vive Venezuela, y no la que intenta vender su gobierno? Si la respuesta es afirmativa, usted “o es loco de atar, un ignorante absoluto, un mal intencionado o un embustero”.

La realidad es la que no permite que el mundo crea lo que supuestamente es su “revolución”; tanto es así, que se ha convertido en una “Misión Imposible” que alguien sensato, sin interés político o económico de por medio, pueda apoyar sus delirios anti capitalistas, anti neoliberales y anti todo lo que a Chávez le parezca.

Imposible es, por ejemplo, que Venezuela se desarrolle con amenazas de expropiación de empresas cerradas, con la promesa de entregárselas a los trabajadores despedidos, en una rara combinación de populismo, socialismo, demagogia e irresponsabilidad verbal.

Imposible es, también, que la economía no acelere su deterioro con la aprobada reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela, mediante la cual el gobierno se puede “apropiar” de siete mil u ocho mil millones de dólares (en la práctica, lo que le de la gana), supuestamente para proyectos de desarrollo y pago de la deuda, sin pestañear siquiera ante advertencias de economistas sobre los efectos negativos sobre la moneda, la inflación y la economía en general.

Imposible es pretender que Venezuela se desarrolle con su “socialismo del siglo XXI”, el cual hasta ahora sólo se caracteriza por regalar u ofrecer dinero a todo el mundo con el fin de exportar su “revolución”, crear empresas con fines políticos (léase Petroandina, Petrosur, Telesur y lo que se le ocurra), cuando internamente sus ministros se caracterizan por la mediocridad e ineficiencia, irónicamente aceptadas por el propio Chávez.

Imposible es sentir pena ajena cuando Chávez, en una muestra de su mente militarista cavernícola, rememora a “su” general Velasco Alvarado, dictador en el Perú en los setenta, quien dejó como herencia pobreza en el campo con su reforma agraria y retraso en la ciudad con sus políticas desfasadas.

Con el control de todas las instituciones, con la manipulación de todo el ordenamiento jurídico en Venezuela, el ex militar golpista está al frente de una dictadura legalista con normas hechas a su medida. Imposible negarlo y por eso sólo le queda el insulto y/o la fuerza. Y quien diga que no, “o es loco de atar, un ignorante absoluto, un mal intencionado o un embustero”.

lunes, 4 de julio de 2005

Arroz con mango con salsa de petroleo

Este domingo es especial, y no es para menos, es víspera de una fiesta por partida doble, y es doble ya que se celebran –nada más y nada menos- las festividades patrias de los Estados Unidos de América y de la República Bolivariana de Venezuela, el 4 y el 5 de julio, respectivamente. Para esta ocasión tan especial, el líder de la “revolución bonita” ha querido demostrar sus dotes de chef y ha preparado un plato especial: arroz con mango con salsa de petróleo, sazonado –según el gusto del comensal- a la argentina, a la ecuatoriana, o a la yanqui. ¿Y cómo se come eso? Fácil, ya se lo decimos.

En primer lugar póngase cómodo, instálese, ya sea echado, sentado o recostado, toda posición es buena. Eso sí, esté dispuesto a esperar… y largo, pues lo bueno se hace esperar. ¿Cuánto tiempo? Depende del estado de ánimo del chef, de la luna, de las estrellas o de los invitados a comer. Pero tranquilos, por la doble fecha patria, todo parece indicar que la degustación empezará temprano o durará toda la tarde; una tremenda comilona dominical pues.

Aquí vienen unos aperitivos, cortesía de la casa: ''Este domingo comenzamos a declarar a Venezuela, desde las parroquias y desde los municipios, desde abajo, territorio libre de analfabetismo''. Oiga, pero ese es un plato viejo, hasta huele mal. Mire no se queje y coma, agradezca que tiene algo que llevarse a la boca. No entiendo, ¿libre de analfabetismo?, ¿eso es por los cursos que se trajeron de Cuba, para aprender a leer y escribir?, ¿esos mismos en los que la primera clase estaba llena, y al final sólo aprendían dos o tres, pero todos cobraban la “beca” que les ofrecían por asistir?. Esa misma… ya vio que sí está de acuerdo, que es una verdad absoluta!!!

¿Qué hay de plato principal? La especialidad de la casa: ''Hay planes para invadir a Venezuela, existen, incluso han calculado cuántos bombardeos diarios se necesitan, hay un ejercicio que lo practican, hacen juegos de guerra. ¿El objetivo? Venezuela… Tienen calculado qué tipo de munición, cuántos aviones, todo''. Lo llamamos sancocho antiyanqui, pero este es a la “Balboa”. ''No se le ocurra a alguien venir a tratar de quebrar esta patria (...) no se vayan a equivocar porque se arrepentirían por 500 años''. ''Hay que organizar las reservas en todos los barrios, en todas las esquinas''.

Ya va, hay algunas cosas que no entiendo. Primero, el “Comandante en Jefe”, chef a cargo, que arenga a sus tropas con una facilidad envidiable, ¿no es el mismo que hace poco mando a paralizar un desfile tradicional, y que, porque según la inteligencia militar habían planes de asesinarlo (una vez más)? Digo, en esta invasión anunciada ¿él estará al frente, o se esconderá bajo tierra para dirigir la “guerra asimétrica”? Segundo, nadie duda de la valentía de los venezolanos ante una injusta invasión (aunque por ahí escuché a unas cuantas mujeres decir –no se si en joda o en serio-: que vengan los marines, que nos invadan por favor!!!), pero ¿no es como descabellado organizar reservas por todos lados?¿será que las cacerolas caraqueñas, esas que sonaron miles de veces contra Chávez, ahora repelen los misiles teledirigidos de novena generación gringa?

Tercero, ¿esa inteligencia militar que sabe de los intentos de magnicidio, es la misma cuyos algunos integrantes masacraron el lunes 27 de junio a tres estudiantes universitarios?¿son los mismos que no dicen nada ante la corrupción existente en el gobierno, los que se hacen de la vista gorda ante los guerrilleros colombianos que andan tan campantes por cualquier parte del país? Oiga, usted si pregunta mucho. Y lo que falta, así que déjeme seguir.

Algo más: si estamos frente a un clima de guerra, pre invasión, de formación de reservas urbanas, ¿cómo es que los genios del gobierno anuncian la creación de la “Misión Turismo” -o algo así- a través de la cual, supuestamente, en tres años se reemplazará la dependencia de Venezuela del petróleo? o sea, miles y miles de millones de los verdes. ¿No será que lo se quiere fomentar es el turismo de aventura? ¿Usted se imagina turismo en Caracas, como en Irak? O sea, vas caminando por el centro, admirando los tanques invasores gringos y en eso ves corriendo un reservista, con su franela con la cara de Chávez gritando “viva la revolución” y zuassssss… explota en tus narices!!! Eso si que atrae turistas. Aunque para ello no se necesita la invasión, bastan con las “fuerzas del orden”, esas que se visten sin ninguna identificación, encapuchados como delincuentes y con armas de guerra, así como los que mataron a los estudiantes aquellos.

Ya está bueno, deje de sabotear el banquete, usted como que es contrarrevolucionario. Está bien, me callo “por ahora”, pero dígame ¿cómo son esas sazones internacionales? Bueno, le damos un toque ecuatoriano, con un espaldarazo al “buen hombre” de Palacio, el ex vicepresidente y ahora presidente del Ecuador, y mezclando con una mención a Gutiérrez: “me decepcionó” (habría que preguntarse porqué, cómo, cuándo, qué quiso decir). También hacemos un toque a la argentina reavivando un tema sensible: “las Malvinas son argentinas”… como Venezuela está tan cerca de esa zona y el chef quiere que el mundo gire en torno a sus brillantes declaraciones, hay que hablar de todo.

No queremos ser escatológicos, pero esta combinación de potajes lo único que le puede ocasionar son nauseas, vómitos, diarreas o, en el mejor de los casos, un dolor de cabeza que no tiene nada que envidiarle a una descomunal resaca. Recomendación culinaria: ponga la TV por cable, preferiblemente Cartoon Network, y disfrute con los niños unas inocentes palomitas de maíz. Eso, eso, eso, eso es todo amigos