miércoles, 30 de mayo de 2007

El después de...

Fueron pocos segundos. Luego de transmitir un video con el himno nacional, cantado por sus propios trabajadores, la pantalla de RCTV se puso negra. No apareció la línea horizontal y el sonido continuo, sólo la negra pantalla; pero fue igual como cuando alguien se muere. Fueron pocos, contados segundos, una eternidad que –para quienes lo vivieron- fueron de angustia, de esperanza, cargados con la ilusión de que resucitara. Pero no fue así. Ocho segundos después de ese paro cardíaco televisivo, apareció la imagen de TVes, el nuevo canal de televisión gobiernero. Todo estaba consumado. El crimen fue cometido con premeditación, alevosía y ventaja.

A partir de ese instante, y hasta el momento de redactar este artículo, Venezuela entera se montó en el autobús de la rebeldía, de la protesta, de la manifestación de calle. Pese a los ridículos intentos de funcionarios del gobierno, y del propio Chávez, por negar la realidad, los protagonistas de este capítulo de historia contra el régimen son los estudiantes universitarios, a quienes se les vienen uniendo empleados, desempleados (que son muchos), amas de casa y hasta los que dicen ser “chavistas”.

Un ingrediente de este caldo de cultivo que el propio régimen montó en la olla, es la salvaje represión que vienen ejerciendo los organismos de “seguridad”. Videos aficionados han demostrado que los empleados del gobierno están armados, quienes azuzados por el irracional llamado a la confrontación hecho por Chávez –en cadena nacional- atacan a la población civil, desarmada.

No creemos que -esta vez- la gente se deje amilanar. La ausencia de seudo líderes de la oposición ha hecho de esta lucha un movimiento netamente civil, con raíces estudiantiles, y el gobierno le teme muchísimo a eso. No por nada, el jueves pasado, el ex militar golpista se encadenó para anunciar nuevos beneficios a las universidades públicas, aumentos de sueldo, más becas y otras tantas promesas ya ofrecidas e incumplidas. En las universidades está la gente pensante, sin distingo de raza, posición socio-económica, religión; y son sólo eso: seres pensantes, lo cual le da urticaria al gobierno.

Los argumentos del régimen reafirman lo que habíamos expuesto en un artículo anterior: Chávez cree que la gente es tarada. Asegurar que se “utiliza” a los estudiantes como “carne de cañón” es un insulto a su inteligencia. El cuento -una vez más- de que hay sectores que promueven el “magnicidio” (nombre de una acción que a él le queda muy grande) es una estupidez tan grande que hasta sus propios seguidores reaccionan con desprecio y rabia. Seguramente no tardará en afirmar que las manifestaciones son financiadas por Bush, que la CIA tiene gente infiltrada en las protestas (porque hay mucho “niño rico” en ellas), o que es parte de un complot internacional organizado por CNN.

La verdad es que, ¿quién no tiene un hijo, sobrino, nieto, familiar, novio, amigo, vecino, conocido, que sea estudiante universitario? Empleados públicos, funcionarios de alto rango, militares, empresarios, la gente de las zonas populares, de los cerros, todo el mundo tiene algo que ver con ellos. Y eso le duele al gobierno, pues en algún momento, todo ese entorno de los estudiantes tendrá que apoyarlos. A Chávez le tiemblan las piernas, para variar, y sus bravuconadas, sus matonerías por radio y televisión lo delatan.

El país se está expresando poco a poco, a cuentagotas quizás; pero está demostrando que la gente no aguanta un abuso más. “El después de” no ha terminado, apenas empieza.





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domingo, 27 de mayo de 2007

El antes de...

Escribo este artículo a pocas horas del anunciado cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), clausura de un medio de comunicación por “obra, gracia” y capricho de la dictadura legalista del ex militar golpista Hugo Chávez.

El cierre va, y en estos momentos nadie lo puede dudar. Es más, apoyado en una escatológica sentencia, el Tribunal Supremo de “Justicia” le otorgó al gobierno la facultad de utilizar los equipos e instalaciones del agonizante canal de televisión para darle cobertura al adefesio de proyecto que ha creado para suplantarlo y para que esté al aire –seguramente- pasado el minuto de que la otra desaparezca.

La situación en Venezuela se salió de todo límite. Ya no es sólo un caso más de censura. No es sólo el caso de un cierre de una empresa privada. No es sólo el caso de dejar miles de desempleados; tampoco el de una acción de gobierno por razones políticas. Inclusive, no es sólo la “legalización” de una apropiación estatal por capricho gubernamental (aunque el término correcto sería “robo legal”). Es más, ni siquiera es sólo asunto de la libertad de expresión. El momento quizás es el más peligroso y trascendental de todo el tiempo que lleva Chávez en el poder.

Como dije, el cierre del canal es un hecho, pero la incógnita se cierne sobre lo qué pasara a partir de ese segundo, de ese instante; ya que el régimen decidió jugárselas todas y tomarlo como el punto de partida, como el impulso irrebatible para que en el país se pueda instaurar una dictadura vitalicia, legalista, socialista y/o comunista. O sea, la corroboración –para Chávez- de que aquí puede hacer lo que le de la gana, cuando le de la gana, a quien le de la gana y nadie moverá un dedo para impedirlo.

El asumir el carácter pacífico, democrático y apegado a las leyes, como una característica del pueblo venezolano es totalmente errado cuando se enfrenta a un régimen violento, totalitario y violador de la Constitución y las leyes. El seguir asumiendo ese carácter, sólo sirve para que el gobierno se jacte de que se enfrenta una cuerda de tarados que no tienen mayor fuerza que el aire con el que soplan un pito en una marcha, o con la que golpean una cacerola desde las ventanas de sus casas.

Hoy la acción es contra un medio de comunicación; sin embargo todos los días hay acciones contra muchos ciudadanos de las que no estamos enterados, a menos que sea directamente por la boca del afectado. Mientras más silencio exista, mientras mayor sea la represión, mientras mayor la pasividad y resignación ante las injusticias, mejor entorno para que Chávez siga vendiéndole al mundo todas las mentiras que él quiere, y que el petróleo puede financiar.

Aquí no hay Súperman, Batman, ni Chapulín Colorado que venga a rescatar a Venezuela. Aquí sólo hay, o gente con neuronas o gente con alpiste en la cabeza, y de acuerdo con ese contenido, vendrá lo que tenga que venir. Sólo Dios sabe –y la gente con neuronas- como será el artículo que escriba con “El después de…”. Ojalá sea de cambio y esperanza. Venezuela no se merece esto… ¿o sí?



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domingo, 20 de mayo de 2007

Una nueva lista para Chávez

Miles de personas marcharon el sábado en Caracas. En un ejercicio que ha sido casi costumbre en estos ocho años de gobierno -primero bolivariano, luego revolucionario, y ahora socialista- la única forma de hacer catarsis se hizo presente, esta vez, para protestar ante el posible cierre de una canal de televisión opositor. A pesar de los tímidos esfuerzos oficiales para evitar la concentración (alcabalas en las entradas a Caracas, o mercados populares a precios subsidiados), ríos de gente se congregaron y reclamaron.

Sin embargo, donde no hubo gente pese al esfuerzo mediático, pese a los gritos histéricos y cantinfléricos del vicepresidente de la República, fue en los lugares donde se vienen llevando a cabo las inscripciones para el “partido” de Chávez, el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), que no tiene nada de socialista, mucho menos de unido y quien sabe si algo de autóctono.

Para el venezolano –y para los latinoamericanos en general- el inscribirse a un partido, y el obtener el famoso carné partidista, ha sido muy pocas veces un acto de convicción. En realidad, se ha hecho con toda la intención de acceder a ciertas ventajas o verse favorecido por el partido en el poder. Esta no sería la excepción, por lo que resultan “extraños” ciertos elementos.

En primer lugar, si Chávez obtuvo más de siete millones de votos, de gente convencida de que él es el salvador de la patria, y de que su “socialismo del siglo XXI” es el camino, ¿porqué no hay un flujo similar en las inscripciones? ¿Dónde están los millones de chavistas haciendo cola? La presión que se viene ejerciendo a los empleados públicos, y a los que tienen alguna relación comercial con el gobierno para que se inscriban, son algunos hechos que demuestran la farsa. Para colmo, se vende como que será el partido “más democrático” de la historia venezolana.

Por otro lado, si son inscripciones a un partido, no se entiende porque darle el calificativo de “aspirante a militante” a la poca gente que se anima a dicha aventura; a menos que en el proceso haya un filtro, una escogencia, una selección de quien sí, y de quien no, puede pertenecer al nuevo mamotreto.

Supuestamente, luego de finalizadas las famélicas inscripciones, se elegirán a los voceros de los “batallones” (Chávez nunca perderá la costumbre de colocarle denominaciones militares a todo lo que haga), quienes asistirán a una segunda fase de formalización de su esperpento partidista. Sin embargo, los ministros y otros altos cargos públicos, también se inscribieron para ser “aspirantes”, pero muy bien ataviados con chaquetones y cachuchas rojos con las iniciales del novel partido. ¿Y si no los aceptan? Por lo menos se quedarán con las prendas de recuerdo, aunque con la suerte que tienen, seguro que son “electos” voceros.

En segundo lugar, los exasperados llamados y la evidente desesperación del gobierno por –literalmente- arriar gente, hacen ver un trasfondo: el ex militar golpista no tiene en realidad el apoyo que jura y perjura tener. Esa “maquinaria”, que trabaja muy bien para llenar largas avenidas para sus mítines, sólo funciona con dinero, con autobuses, con paseos a la ciudad; pero en este caso, no sirve de nada.

Por otro lado, pensando con malicia -como hay que hacerlo con todo lo que involucre al gobierno- a nuestro modo de ver las inscripciones en el PSUV puede funcionar como una reedición de la famosa “Lista Tascón”, aquella que le colocó una equis en la frente a todo venezolano que firmó en contra del “líder de la revolución” para el Referéndum Revocatorio.

En este caso, quienes no se inscriban, están contra el PSUV; y quienes estén en contra del partido, están contra Chávez… y eso, lo dijo él mismo, no lo estamos inventando. O sea, una actualización de la lista, con huellas digitales, dirección, lista familiar y todos los datos que un buen gobierno represor debe tener para chantajear, asustar, amenazar o simplemente para no otorgarle los servicios que el Estado está obligado a darle a todos sus ciudadanos. Tremendo pretexto resultó la creación del partidito único.

Con la nueva lista quizás sólo los “aspirantes” que se conviertan en “militantes” serán los elegidos para recibir leche, azúcar, arroz, aceite y demás alimentos de la cesta básica, en el próximo “megamercal” que organice el gobierno. Los demás, que hagan su penitencia colectiva, de largas colas o de paseo por varios supermercados, a ver si encuentran algo. Con la nueva lista, quizás sólo los que caminen con su camiseta roja, o con la estrella roja en la frente puedan expresar lo que les de la gana (pero siempre a favor del gobierno), porque los demás serán contrarrevolucionarios y no merecen ni respirar.

Mientras tanto, veremos qué sucede en esta semana decisiva. Con lista o sin lista, el gobierno se prepara para cerrar un canal de televisión. Un gran paso que lo corona, de una buena vez, como el dictador que hace tiempo es. Un elemento más para la lista de abusos, otro más…

Ilustración:

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martes, 1 de mayo de 2007

Arrullo populachero

En vísperas del Primero de Mayo, en uno de sus arrebatos seudo revolucionarios, antiimperialistas, salvadores del mundo, Chávez anunció su deseo de “firmar hoy mismo” el retiro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), instituciones de las cuales es miembro Venezuela; es decir, el país, no él. Asimismo, ante la posible condena de parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso de la violación de la libertad de expresión, ratificó su amenaza de retirar al país de la Organización de Estados Americanos (OEA)… total “Cuba se retiró y no se ha muerto".

Fuera del carácter populachero de sus “anuncios”, cuyo público no es más que esa gran masa de personas hambrientas de seguridad, de salud, de alimentos, pero sobretodo de conocimiento, las matonerías de Chávez apuntan a aislar a Venezuela de la comunidad internacional, a borrar con su dedo dictatorial la existencia de ese mundo “globalizado” en el que las fronteras no son pretextos para cometer barbaridades al interior del país bajo el pomposo pretexto de la soberanía nacional.

Es cierto que en la coyuntura actual es una estupidez depender de préstamos del FMI o el BM. En primer lugar, por el chorro de dinero que –supuestamente- ingresa al país por la venta de petróleo y; en segundo lugar, porque –también supuestamente- no existen problemas con la balanza de pagos o en las cuentas nacionales que ameriten la ayuda financiera del Fondo y su obligada tutela en el manejo económico. No obstante, no todo es eterno, mucho menos los ingresos por venta de petróleo o inclusive sus precios en los mercados internacionales. Menos eterno aún, con la enorme estructura burocrática gobiernera que consume recursos pero no genera beneficios de ninguna índole.

Con la brutalidad de ingresos, al día de hoy, Venezuela podría haber pagado la totalidad de su deuda externa e interna; sin embargo, en los ocho años que van de desgobierno chavista, la deuda se ha incrementado a niveles que algunos estiman cercanos a los 80 mil millones de dólares. Emisión de bonos nacionales, de bonos conjuntos con Argentina, bonos de la petrolera estatal; en fin, deuda y más deuda que por donde se mire no tiene justificación. A ese ritmo, pareciera que Chávez (de mantenerse tanto tiempo en el poder, como él asegura) en algún momento seguiría los pasos de su antecesor Caldera, quien juró que no recurriría al FMI… y terminó “pidiendo perdón” en su sede en Washington por los pecados económicos cometidos.

Claro, la diferencia se daría en que Venezuela no pertenecería más al organismo financiero y sólo dependería de los mercados financieros (cada vez más desconfiados de su gobierno) o de los países “amigos”, esos a los que ahora les regala millones en cooperación, en fondos “para algo”, o en convenios que no han reportado ninguna utilidad real para la nación. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y es muy bien sabido que, a la hora de la desgracia, los “amigos” brillan por su ausencia.

Para contrarrestar la autoexclusión de los organismos financieros internacionales, Chávez tiene entre ceja y ceja la creación del Banco del Sur, proyecto que seguramente se concretará, como todos los caprichos institucionales del “líder” y gracias a –para variar- los ingresos por el petróleo y los impuestos pagados por todos los venezolanos. Pero si de lógica hablamos, el presidente venezolano debería igualmente retirarse del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya sede también está en Washington, y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la cual –irónicamente- tiene su sede en Caracas.

Con el BID no hay que pensarlo mucho: está en la ciudad imperialista y los Estados Unidos tienen el 30% del control accionario y poder decisorio, frente a apenas el 5,8% de Venezuela. O sea, el BID también “pá fuera”!!! Y con la CAF, hasta tiene sentido: si el país se retiró de la Comunidad Andina (CAN), renegó de ella, y se integró al MERCOSUR, ¿qué pinta en el brazo financiero andino? Aunque el haberse excluido de la CAN no obliga al país a retirarse de la CAF, pareciera hasta “ético” hacerlo; sino, sería algo así como estar divorciado pero seguir yendo a comer todos los días a la casa de la ex mujer.

De concretarse, surgen algunas interrogantes: ¿Se permitiría que su sede se mantenga en Caracas? ¿Se retiraría al vicepresidente de la institución, que es venezolano? ¿Se cancelaría la deuda total que se mantiene con ella? Cierto es que la CAF no condiciona sus préstamos a sus países miembros, pues su origen precisamente se basó –entre otras motivaciones- en ser una alternativa a las instituciones del hemisferio norte. Sin embargo… se sigue siendo el divorciado que come en casa ajena.

Pero los arrebatamientos de Chávez no son aislados. Él busca que sus “socios” sigan su ejemplo, algo así como lo que Correa hizo en el Ecuador al execrar al representante del BM y pagar lo adeudado al Fondo. Es más, Bolivia también debería seguir el ejemplo retirándose del FMI, del BM, del BID y hasta de la CAF, institución esta última donde el presidente ejecutivo es boliviano y se encamina hacia los 20 años al frente de ella, en cuatro quinquenios de mandato consecutivos.

Lo innegable en esta historia es que, como todo lo que hace el ex golpista venezolano, las intenciones son otras a las vendidas a la plebe. La idea es dejar a Venezuela tan aislada como Cuba, pero bañándose en dólares que vienen del enemigo imperialista por la venta de petróleo. Una Venezuela aislada de organismos financieros internacionales (total, hay mucho dinero), aislada de organismos supranacionales en materia jurídica y de derechos humanos (total, a los pobres no les afecta) y aislada de la realidad (total, el país parece dormido… ¿para qué despertarlo?)… a seguir con el arrullo. Arrullo populachero.

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