Los tres monos
Nikko es el nombre de una espléndida ciudad al norte de Tokio, que además es el centro religioso de Japón. En dicho lugar, destacado por sus paisajes, sus esculturas y arquitectura en general, se encuentra el Templo Mausoleo Toshogu, construido entre 1634 y 1636 en honor a Tokugawa Ieyasu, fundador del shogunato Tokugawa (1603-1868) período más largo de paz ininterrumpida en Japón. Este Shogún fue un hombre sabio que afirmaba que “hay que saber de lo que se habla, sino simplemente mirar el río pasar”.
El nieto de Tokugawa, Iemitsu, decidió construir el mausoleo para que el espíritu de su abuelo descansara en paz. Para ello, contó con la ayuda de 15.000 artesanos de todo Japón. Quizás por eso, la arquitectura es una mezcla de estilos Budista, Shinto y hasta de tumbas de origen Indú. Lo más llamativo de Nikko es un símbolo que se encuentra en la portada del Templo Toshogu: tres monos.
Los Tres Monos Sabios, conocidos también como los Tres Monos Místicos, se encuentran en una talla de madera. Uno de ellos se tapa los ojos, el otro las orejas y el tercero la boca. “Saru” es mono en japonés, pero su sonido también significa “no hacer”. En un juego de palabras, los nombres de los monos sabios son: Mizaru, Kikazaru e Iwazaru (no ve, no oye y no habla, respectivamente). Se cree que la función de estos micos en el templo es la de ser guardianes simbólicos, evitando que las conversaciones de aquellos que visitan la tumba interrumpan el descanso eterno del Shogún.

Si nos trasladamos al otro extremo del planeta, en concreto, hacia Venezuela, encontraremos un paralelo muy particular con estos primates.
Mizaru: el ministro del Interior y Justicia, Teniente Jesse Chacón, presentó este miércoles un plan piloto de seguridad que se aplicará en una avenida de Barquisimeto, Estado Lara. La actividad no tendría nada de extraordinaria si no fuera porque el funcionario hizo un llamado a la población para que “no crean en cantos de sirena (…) Muchos les dirán que van a arreglar la inseguridad, pero no la han arreglado todavía. No lo han hecho en 50 años", declaración que dio a propósito del plan de seguridad que presentó el candidato opositor, Manuel Rosales.
Chacón, quien al inicio de su gestión en ese despacho acostumbraba cada semana a dar una rueda de prensa sobre el descenso en los indicadores de muerte en el país, cosa que ya dejó de hacer, se tapa los ojos y no quiere ver y admitir que la delincuencia en Venezuela es uno de los males que ha golpeado a todos por igual, directa o indirectamente, así como golpeó a una infortunada turista italiana asesinada en el paraíso de Los Roques. El fracaso de este funcionario “revolucionario” reciclado, como tantos otros, se une al que existe en otras áreas, como la salud por ejemplo. Si alguien quiere disfrutar de seguridad médica, a pagar seguro privado!!!, porque lo público es para llorar... y es un país petrolero.
Kikazaru: el inefable Alcalde Mayor, Juan Barreto, se rasga las vestiduras por la “revolución” y su idolatrado líder. Arremete contra todo lo burgués y clase alta que se le atraviese en el pensamiento. Lo suyo es el “pueblo”, que ya sabemos no incluye lo anterior. Este mismo miércoles, un grupo de trabajadores de la alcaldía protestó frente a la sede de la presidencia de la República por reivindicaciones laborales.
Barreto, quien tantas veces se ha llamado a sí mismo profesor universitario, luchador social y otras perlas, se tapa las orejas y no quiere escuchar lo que le gritan en sus narices. Según los manifestantes, el alcalde metropolitano no les ha dado respuesta. Y no sólo es eso: las pocas obras a cargo de su “despacho” están a medio hacer o mal hechas, como por ejemplo el bacheo de algunas vías que tienen meses de obras.
Iwazaru: el candidato a la reelección, Hugo Chávez, es entrevistado en vivo en un canal de cobertura nacional, también este miércoles. Ante un periodista tímido, demasiado blandengue, con olor a cómplice más que a azufre, el ex golpista respondía con cualquier desvarío las preguntas puntuales, sobre temas puntuales. De hecho, estos ocho años de (des)gobierno -según él- han sido una maravilla en obras de infraestructura, en salud y hasta en seguridad “se ha avanzado”.
Chávez, quien hace una semana hizo un esfuerzo sobrehumano para que lo conocieran universalmente con su discurso en la ONU, muy al contrario que Iwazaru, no se tapa la boca, no calla; por el contrario, cada vez que la abre es para arremeter contra algo o alguien (además de Bush) y si lo que expresa es en tono muy bajito (como en la entrevista) no se lo cree nadie.
Volviendo a los Tres Monos Sabios, hay quienes creen que fueron tallados para representar el principio religioso, "si no oyes, ves o dices maldades, estarás libre de maldad". Existe otra leyenda que dice que los monos son espías de los dioses para enterarse de lo malo que hacen los hombres. Así, si los monos hacen gestos tratando de imitar al hombre, su condición de animal los libra de culpa.
La explicación más coherente para nosotros es aquella que dice: uno no habla, otro no ve y el tercero no escucha. El que no habla, ve y escucha. El que no ve, habla y escucha. Y el que no escucha, habla y ve. Sin embargo, los tres unidos pueden captarlo todo. No son sabios por no hablar, no ver o no escuchar. Son sabios por haberse unido.
En Venezuela se puede no ver, no escuchar, pero hay siempre uno que habla, y habla demasiado. Y no es para menos, pues sabe de todo. El que habla, es un mar de conocimiento, pero de un centímetro de profundidad. Nadie pide que lo sepa todo, ya que para eso existe (todavía) muchísima gente capacitada. Pero será en otra vida, a lo mejor…
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Venezuela, Chávez, Tres monos
Venezuela, Chávez, Tres monosEtiquetas: Iwazaru, Kikazaru, Mizaru, monos místicos, monos sabios, tres monos
Siguiendo con el discurso, el individuo de marras utilizó el estrado de una tribuna internacional, multilateral y diplomática, como si fuese el atril de una cantina, o cuando se hace uso de la palabra al calor de muchas copas. Sus constantes, enfermizos y hasta delirantes ataques a Bush (esta vez llamándolo diablo, e insinuando que hiede a azufre) y sus odios al “imperialismo”, no hicieron más que hacerlo ver como un radical sin causa, un anacrónico rebelde y como un revoltoso en el poder, más que el “revolucionario” que cree ser.
Obviamente, el socialismo es la antítesis del capitalismo. Es una teoría que se opone a ella por considerar que no desarrolla en forma eficaz las fuerzas productivas de la sociedad; por el contrario, enriquece más a los ricos, explota a los trabajadores “como máquinas o bestias” y los hunde en la miseria. Sin embargo, es el propio razonamiento socialista el que coloca a los trabajadores como animales irracionales, como si en la práctica fuese el capitalismo el que los obligase a trabajar y dejarse explotar a la vez, considerándolos como seres sin voluntad propia ni razonamiento.
Pero ese neoliberalismo que no conoce fronteras no sólo está en lo económico, está en nuestra vida diaria así no lo queramos ver… o mejor dicho, a pesar de que algunos no lo quieran ver. Los “nuevos socialistas” -cuyo fundamento no es defender su “ideología” sino atacar a los liberales o neoliberales- utilizan herramientas de la detestada globalización a diario (Internet, emails, comunicación satelital) dejando sólo en pie las fronteras cartográficas, pues todas las demás ya han sido derrumbadas, y ellos lo saben.
“…No puede haber más niños de la calle en Venezuela,… Hugo Chávez se prohíbe a si mismo que haya niños de la calle… seré el primer culpable si hay niños de la calle en Venezuela”. Casi ocho años después, al hacer una encuesta sobre las promesas del –otra vez- candidato, la más memorable fue precisamente la de los “niños de la calle”. Hasta juró cambiarse el nombre si no cumplía!!! Casi ocho años después, hace pocos días, unos policías quisieron quemar vivos a esos niños que supuestamente no debían existir. Casi ocho años después, en las principales esquinas de Caracas se pueden ver a esos mismos niños, algunos adolescentes, haciendo malabarismos para pedir limosnas.













